Jose Mourinho se ha distinguido siempre por no tener pelos en la lengua. Dice lo que piensa, aunque no siempre piense lo que dice. Porque si lo hiciera, tal vez no lo diría, más que nada por las repercusiones que puedan acarrear sus palabras. Es lo que puede suceder después de leer la entrevista en exclusiva que concedió a un diario portugués, el deportivo 'Record', publicada ayer.
En ella, el hoy técnico madridista confiesa su admiración por el FC Barcelona. Al hablar de lo que espera en su primera temporada en el banquillo del Santiago Bernabéu, Mourinho afirma que, pase lo que pase, "no va a ser fácil. En el Campeonato (la Liga española), tenemos enfrente al Barcelona, que es el mejor equipo en la actualidad, y en la Liga de Campeones hay el fútbol italiano, el inglés y el alemán".
Toca esperar
A muchos seguidores merengues, sin duda, les hará poca gracia la confesión de amor de su entrenador hacia su rival más odiado. Pero Mourinho, como decíamos, no tiene pelos en la lengua.
Y quizá precisamente por ello vuelve a insistir, como ya hizo el día de su presentación oficial o en posteriores entrevistas, en la dificultad de conseguir títulos en el primer año de un proyecto.
"Yo siempre acostumbro a decir que el segundo año es el de la madurez de un proyecto. Fue en el segundo año en el Porto cuando fuimos campeones europeos, igual que en el Inter; fue el año en el que en el Chelsea ganamos el campeonato de forma más fácil, tras dos semifinales de Champions seguidores", recuerda.
Urgencias y fichajes
No se le escapan las urgencias del Real Madrid, tras dos años en blanco: "Soy perfectamente consciente de que en el ADN del Real Madrid está ganarlo todo en la primera temporada y me gusta tener esta presión. No soy de los que se disculpan por lo que no hacemos o porque no teníamos lo que queríamos", reflexiona Mourinho, que concluye afirmando que "para un club grande,es una situación casi dramática".
Sobre su plantilla, afirma que el suyo será un Real Madrid ofensivo y solidario y reclama un par de fichajes: "El club me va a dar un defensa, pese a las dificultades que entraña encontrar jugadores con calidad o jóvenes con gran porvenir. Y además me gustaría que llegara algún delantero". Y finalmente, una confesión: ya no considera el vestuario un recinto 'sagrado'. "Cuando de fuera no saben nada empiezan las especulaciones. Creo que hoy en día es mejor la transparencia"
En ella, el hoy técnico madridista confiesa su admiración por el FC Barcelona. Al hablar de lo que espera en su primera temporada en el banquillo del Santiago Bernabéu, Mourinho afirma que, pase lo que pase, "no va a ser fácil. En el Campeonato (la Liga española), tenemos enfrente al Barcelona, que es el mejor equipo en la actualidad, y en la Liga de Campeones hay el fútbol italiano, el inglés y el alemán".
Toca esperar
A muchos seguidores merengues, sin duda, les hará poca gracia la confesión de amor de su entrenador hacia su rival más odiado. Pero Mourinho, como decíamos, no tiene pelos en la lengua.
Y quizá precisamente por ello vuelve a insistir, como ya hizo el día de su presentación oficial o en posteriores entrevistas, en la dificultad de conseguir títulos en el primer año de un proyecto.
"Yo siempre acostumbro a decir que el segundo año es el de la madurez de un proyecto. Fue en el segundo año en el Porto cuando fuimos campeones europeos, igual que en el Inter; fue el año en el que en el Chelsea ganamos el campeonato de forma más fácil, tras dos semifinales de Champions seguidores", recuerda.
Urgencias y fichajes
No se le escapan las urgencias del Real Madrid, tras dos años en blanco: "Soy perfectamente consciente de que en el ADN del Real Madrid está ganarlo todo en la primera temporada y me gusta tener esta presión. No soy de los que se disculpan por lo que no hacemos o porque no teníamos lo que queríamos", reflexiona Mourinho, que concluye afirmando que "para un club grande,es una situación casi dramática".
Sobre su plantilla, afirma que el suyo será un Real Madrid ofensivo y solidario y reclama un par de fichajes: "El club me va a dar un defensa, pese a las dificultades que entraña encontrar jugadores con calidad o jóvenes con gran porvenir. Y además me gustaría que llegara algún delantero". Y finalmente, una confesión: ya no considera el vestuario un recinto 'sagrado'. "Cuando de fuera no saben nada empiezan las especulaciones. Creo que hoy en día es mejor la transparencia"
