El Betis está decidido a agotar todas las medidas legales a su alcance para que se investigue al Hércules y se le castigue, si así procede, por la presunta compra de partidos la temporada pasada y que acabó con los alicantinos en Primera.
Luis Oliver, según ha podido saber MARCA, lleva varios días consultando con especialistas en la materia para ver cómo pueden lograr que este asunto no caiga en el olvido, como tantos otros. De momento, el club ha enviado a la Federación Española de Fútbol un escrito en el que solicita que se abra expediente y se llame a declarar a las partes.
La entidad confía en que el Comité de Competición atienda su petición y tengan una reunión de urgencia para estudiar su denuncia en un plazo de diez días. Y es que si el asunto se pospone más en el tiempo o su petición no encuentra respuesta, las opciones de que este escándalo pueda devolver al Betis a Primera se disiparían completamente.
Por su parte, el Hércules respira tranquilo. Tras salir a la luz por el caso Brugal las conversaciones telefónicas de Enrique Ortiz, máximo accionista del conjunto herculano, y que recogían un posible amaño de partidos, el juez del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) que lleva el caso ha determinado que no va a utilizar las grabaciones.
En dicha conversación, se oía como Ortiz revelaba que pagó al portero verdiblanco Raúl Navas 100.000 euros por tirarse al otro lado en el primer gol herculano, en un partido que acabó 4-0 para los del Rico Pérez. Pues bien, el juez no admitirá dichas grabaciones porque considera que no es causa de delito, entra dentro del secreto de sumario y supondría violar el derecho a la intimidad en las comunicaciones.
Por ello, el Hércules estudia demandar a quien filtró dichas escuchas, ya que según asegura su presidente, Valentín Botella, en un comunicado en el sitio web del club, "el Hércules, ni como club de fútbol ni como Sociedad Anónima Deportiva, ni ninguno de sus miembros ha incurrido en ninguna conducta ilícita, ni deportiva, ni administrativa, ni penal, como lo demuestra la única resolución judicial recaída (sic) al respecto".
Luis Oliver, según ha podido saber MARCA, lleva varios días consultando con especialistas en la materia para ver cómo pueden lograr que este asunto no caiga en el olvido, como tantos otros. De momento, el club ha enviado a la Federación Española de Fútbol un escrito en el que solicita que se abra expediente y se llame a declarar a las partes.
La entidad confía en que el Comité de Competición atienda su petición y tengan una reunión de urgencia para estudiar su denuncia en un plazo de diez días. Y es que si el asunto se pospone más en el tiempo o su petición no encuentra respuesta, las opciones de que este escándalo pueda devolver al Betis a Primera se disiparían completamente.
Por su parte, el Hércules respira tranquilo. Tras salir a la luz por el caso Brugal las conversaciones telefónicas de Enrique Ortiz, máximo accionista del conjunto herculano, y que recogían un posible amaño de partidos, el juez del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) que lleva el caso ha determinado que no va a utilizar las grabaciones.
En dicha conversación, se oía como Ortiz revelaba que pagó al portero verdiblanco Raúl Navas 100.000 euros por tirarse al otro lado en el primer gol herculano, en un partido que acabó 4-0 para los del Rico Pérez. Pues bien, el juez no admitirá dichas grabaciones porque considera que no es causa de delito, entra dentro del secreto de sumario y supondría violar el derecho a la intimidad en las comunicaciones.
Por ello, el Hércules estudia demandar a quien filtró dichas escuchas, ya que según asegura su presidente, Valentín Botella, en un comunicado en el sitio web del club, "el Hércules, ni como club de fútbol ni como Sociedad Anónima Deportiva, ni ninguno de sus miembros ha incurrido en ninguna conducta ilícita, ni deportiva, ni administrativa, ni penal, como lo demuestra la única resolución judicial recaída (sic) al respecto".